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En la actualidad, muchos equipos utilizan prototipos para probar o vender ideas, pero cometen errores frecuentemente que disminuyen la eficacia de sus esfuerzos. A continuación te presento seis de los errores más comunes
1. El uso de prototipos sin un objetivo definido.
Es común que los equipos de producto comiencen creando algo sin tener un propósito claro, lo que conduce a una gran pérdida de tiempo en algo que no aporta valor. Cada prototipo debe tener un motivo definido, ya sea para explicar una idea específica o validar una hipótesis. Conocer el propósito ayuda a construir un prototipo adecuado que cumpla con ese objetivo.
Antes de empezar a crear un prototipo, como diseñador debes plantearte la pregunta: «¿Qué problema estoy tratando de resolver con este prototipo?» Dar respuesta a esa pregunta, asegura que la creación de prototipos esté enfocada en resolver el problema, y ayuda a evitar gastos innecesarios.
2. Centrarse en crear prototipos funcionales.
Es común que los equipos de productos crean que el objetivo de un prototipo es que funcione, lo que puede llevarlos a sentirse desalentados cuando falla. Sin embargo, el fracaso es una parte natural del proceso de creación de prototipos y no todas las suposiciones son válidas. Por lo tanto, el resultado más importante debe ser el nuevo conocimiento adquirido a través de los prototipos, no solo crear uno que sea funcional. Es necesario cambiar el enfoque del «fracaso» al «aprendizaje», ya que tanto los prototipos exitosos como los fallidos proporcionan conocimientos valiosos.
Construyes sobre el fracaso. Lo usas como un trampolín.
(Johnny Cash)
3. Aferrarse a la primera buena idea
Muy a menudo, los equipos de producto tratan de utilizar la primera idea prometedora que encuentran para construir una solución final, creyendo que esto les ahorra tiempo.
Es común que los equipos de producto inviertan muchas horas en la creación y perfeccionamiento de un prototipo, solo para sentir frustración al descubrir que su idea inicial no era adecuada después de las pruebas de usabilidad.
Los equipos experimentados saben que es esencial explorar y probar diferentes ideas antes de elegir la mejor. Tomarse el tiempo para idear nuevas opciones permite al equipo aprender más sobre el problema y las posibles soluciones.
4. Enamorarse de un prototipo en particular
Los creadores de prototipos suelen involucrarse demasiado en su creación, lo que se conoce como «sesgo de inversión»: cuanto más tiempo invierten en algo, más valioso se vuelve para ellos (no necesariamente para los demás). Este sesgo puede llevar a situaciones peligrosas cuando los prototipos se vuelven demasiado valiosos para los diseñadores y se ignoran sus fallos, incluso si otros miembros del equipo señalan los problemas de la idea.
5. Ignorar los bocetos
¿Por qué es importante utilizar lápiz y papel, en lugar de herramientas digitales, durante la creación de prototipos? Muchos diseñadores evitan la fase de bocetos y pasan directamente a las computadoras para crear prototipos digitales, creyendo que esto les ahorrará tiempo. Sin embargo, en realidad, hacer bocetos les permite moverse mucho más rápido.
6. Seleccionar una fidelidad incorrecta para un prototipo
El nivel de detalles en los prototipos se conoce como fidelidad, que puede ser baja en prototipos de papel y alta en prototipos digitales ultrarrealistas que parecen y funcionan como un producto real. Es importante elegir la fidelidad correcta según el momento del proceso de diseño, ya que comenzar con una fidelidad demasiado alta puede conducir a un enamoramiento del prototipo llamado «sesgo de inversión». Entonces, es importante recordar que la fidelidad del prototipo debe corresponder a la fidelidad del pensamiento del diseñador.
Conclusión